El cierre de Hierve el Agua, uno de los sitios turísticos más populares de Oaxaca, ha generado una gran conmoción. Las autoridades del municipio de San Lorenzo Albarradas han anunciado que, a partir del 24 de marzo de 2021, la zona no permitirá el acceso turístico. Este artículo desglosa las razones detrás de esta decisión y el impacto que ha tenido en la comunidad local.
Un Tesoro Natural en Disputa
Hierve el Agua es conocido por sus cascadas petrificadas y aguas termales, atrayendo a miles de visitantes cada año. Sin embargo, este paraíso natural se ha convertido en el centro de una disputa entre los ejidatarios de San Lorenzo Albarradas y San Isidro Roaguía. Según las autoridades locales, los ingresos generados por el turismo no benefician a la comunidad, sino a las empresas turísticas.
Origen del Conflicto
El conflicto se remonta a 2006, cuando el Gobierno de Oaxaca firmó un convenio e invirtió 2 millones de pesos para mejorar la infraestructura de Hierve el Agua y abrirlo como parador turístico. El acuerdo estipulaba que las ganancias del turismo beneficiarían a la comunidad de San Lorenzo Albarradas. Sin embargo, los ejidatarios afirmaron que solo recibían una pequeña fracción de los ingresos generados, a pesar de ser los dueños del terreno.
En 2014, se llegó a un nuevo acuerdo prometiendo que las ganancias llegarían a los ejidatarios, pero esto no se cumplió, lo que llevó a la comunidad a iniciar un juicio de amparo. Este amparo les otorgó control sobre Hierve el Agua, resultando en la decisión de cerrar el acceso turístico.
Impacto en la Comunidad
El cierre de Hierve el Agua ha afectado tanto a turistas como a la comunidad local. Los ejidatarios han pedido disculpas a los visitantes, argumentando que es su responsabilidad conservar el medio ambiente y la sustentabilidad de la población. «La comunidad sigue sumida en la pobreza, no hay caminos, no hay escuelas, no hay agua potable y es alarmante la situación que se vive», informaron.
Hierve el Agua solía recibir hasta 2,000 visitantes al día durante la temporada alta, siendo un sitio crucial para el turismo en Oaxaca. Sin embargo, la población local no tenía acceso a los recursos generados por el turismo, beneficiando únicamente a los prestadores de servicios turísticos.
Un Futuro Incertidumbre
Además del conflicto económico, el turismo en Hierve el Agua ha tenido un impacto negativo en las comunidades indígenas. La afluencia de visitantes y la intromisión de empresas han generado estereotipos sobre la vida de las personas de la región y han forzado a algunas comunidades a abandonar el sitio. «Es crucial proteger a las comunidades y su medio ambiente», sostienen los ejidatarios.
La decisión de cerrar Hierve el Agua a los turistas refleja un intento de las comunidades locales de recuperar el control sobre sus recursos y proteger su entorno natural. Aunque el cierre ha causado descontento entre los turistas, es un paso necesario para asegurar la sostenibilidad y el bienestar de la población local. Es importante que las futuras negociaciones consideren tanto el desarrollo turístico como los derechos y necesidades de las comunidades indígenas.