La educación en México enfrenta retos significativos, especialmente en la educación media superior, donde las metas de cobertura aún están lejos de ser alcanzadas. Según el informe “¿Dónde estamos en materia educativa?” de Mexicanos Primero, la tasa bruta de escolarización en 2023 se situó en un 80.8%, contrastando con la meta del 90% propuesta para 2024. Este análisis profundiza en los desafíos que persisten en el sistema educativo mexicano y las implicaciones para futuras políticas educativas.
Cobertura y Metas Educativas
La cobertura en la educación media superior y la atención a la primera infancia representan los principales puntos críticos. La cobertura actual está por debajo del objetivo para 2024 y también ha disminuido respecto a niveles previos en 2018, tanto en educación primaria como secundaria. “La tasa neta de matriculación en la educación primaria (6 a 11 años ) bajó de 98.7% en 2018, a 95.8% en 2023. Asimismo, la cobertura en educación secundaria bajó de 97.5% en 2018 a 93.5% en 2023 y en educación media superior se redujo del 78.5% en 2018 a 75.1% en 2023”, indicó la ONG.
Abandono Escolar y Desempeño Académico
A pesar de una reducción en el abandono escolar y la reprobación desde la primaria hasta la educación media superior, los indicadores de matriculación y cobertura han descendido desde 2018. Adicionalmente, los resultados de las pruebas PISA reflejan un decrecimiento en las habilidades básicas entre los estudiantes, evidenciando un retroceso en matemáticas, lectura y ciencias.
Llamado a la Acción Política
Ante este panorama, Mexicanos Primero ha hecho un llamado a las candidatas y al candidato a la presidencia para que tomen en cuenta estos desafíos al asumir sus roles. Es crucial que las futuras administraciones implementen políticas educativas efectivas y garantizar una educación de calidad para todos sin excepción.
La situación actual de la educación en México requiere un enfoque concertado y urgente para revertir las tendencias negativas y cumplir con las metas establecidas. La atención inmediata a estos problemas no solo mejorará la calidad de vida de millones de jóvenes sino que también determinará el desarrollo futuro del país. Los desafíos actuales exigen una respuesta política coordinada y comprometida con la mejora continua del sistema educativo.