El mercado automotor en Argentina ha enfrentado un marcado descenso, evidenciando una contracción del 36,6% en las ventas durante los últimos 12 meses. Este desplome se produce en un contexto económico desafiante, marcado por precios elevados, inflación rampante y un creciente desempleo. La Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) ha revelado que solo se matricularon 25.294 vehículos nuevos, un descenso significativo comparado con el mismo periodo del año anterior, donde se registraron 39.875 unidades. Este declive no solo refleja una disminución puntual, sino una tendencia preocupante a lo largo de 2024, con una baja del 30,2% en las matriculaciones en comparación con el 2023.
Sebastián Beato, presidente de ACARA, enfatizó la transformación del mercado hacia una dinámica de oferta, donde los concesionarios deben intensificar sus esfuerzos para captar clientes afectados por la disminución del poder adquisitivo. A pesar de las estrategias implementadas, incluidas las líneas de crédito y descuentos, el mercado automotor enfrenta reticencias debido a los altos precios de los vehículos, los cuales parten de los US$ 20.000 para los modelos menos costosos.
En un esfuerzo por encontrar aspectos positivos y vislumbrar un cambio de tendencia, Beato destacó la importancia de la estabilidad cambiaria y el desarrollo de líneas de financiamiento convenientes. Estas medidas, según el presidente de ACARA, son cruciales para la revitalización del sector, anticipando un posible periodo de reactivación y crecimiento en las ventas y actividades de los concesionarios.
El panorama se extiende también al sector de motocicletas, con una caída interanual del 43,3% en las matriculaciones de marzo de 2024, lo que refuerza la magnitud de los desafíos que enfrenta la industria automotriz argentina en su conjunto.
El sector automotriz en Argentina atraviesa un momento crítico, con una marcada caída en las ventas de vehículos nuevos. Aunque el panorama parece sombrío, la búsqueda de estabilidad económica y el desarrollo de estrategias financieras adaptadas podrían ser la clave para una lenta pero progresiva recuperación. La industria, en colaboración con entidades financieras y el apoyo gubernamental, se encuentra en un punto de inflexión, buscando revertir las tendencias negativas y reiniciar el motor de uno de los sectores clave de la economía argentina.