Tras la retirada de las tropas israelíes del sur de Gaza, específicamente de Khan Younis, los palestinos que regresaron a su ciudad natal se encontraron con escenas de una devastación total. El paisaje urbano una vez vibrante y activo ahora yacía en ruinas, con miles de edificios aplastados o gravemente dañados. Las calles, antes bulliciosas de vida, se redujeron a poco más que escombros, dificultando a las familias localizar sus hogares.
La retirada de Khan Younis se produce después de meses de intensos enfrentamientos y bombardeos, dejando la mayoría de la Franja de Gaza inhabitable para sus 2.3 millones de residentes. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha escalado las tensiones al prometer una ofensiva en Rafah, la ciudad más al sur de Gaza, exacerbando aún más la ya desesperada situación.
Aproximadamente el 55% de los edificios en Khan Younis han sido destruidos o dañados, según estimaciones de investigadores que utilizan imágenes de satélite. Las familias que habían buscado refugio en otros lugares, especialmente en Rafah, aprovecharon la oportunidad para regresar a sus hogares, solo para encontrarlos destruidos.
Los hospitales y la infraestructura crítica sufrieron el peso del ataque, dejando las instalaciones en ruinas. Las fuerzas israelíes justificaron sus acciones afirmando que Khan Younis era un importante bastión de Hamas, alegando la presencia de rehenes y actividad militar en la ciudad.
El regreso de las familias desplazadas a Khan Younis plantea preocupaciones sobre su seguridad inmediata, dada la posible presencia de municiones sin detonar entre los escombros. Si bien Israel ha reducido sus tropas en ciertas áreas de Gaza, continúa llevando a cabo ataques aéreos y redadas en áreas consideradas bastiones de Hamas, complicando aún más los esfuerzos de recuperación.
Las negociaciones para un alto al fuego y el intercambio de cautivos están en curso, mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos. Sin embargo, persisten diferencias significativas entre Israel y Hamas, sin que ninguna de las partes esté dispuesta a ceder en términos clave.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación, especialmente en lo que respecta a los planes de Israel de invadir Rafah. Estados Unidos, aliado firme de Israel, ha advertido contra tales acciones, enfatizando la necesidad de proteger a los civiles y garantizar su seguridad.
Mientras los palestinos luchan con los inmensos desafíos de reconstruir sus vidas destrozadas, el camino hacia la recuperación parece largo y arduo. Con hogares destruidos, medios de vida perdidos e infraestructura en ruinas, el camino hacia la reconciliación y la paz sigue siendo esquivo en la devastada Franja de Gaza.