El próximo 25 de marzo, los observadores del cielo en España y Latinoamérica tendrán la oportunidad de presenciar un evento astronómico único: un eclipse lunar penumbral parcial. Este fenómeno celestial, donde la Luna transita por la penumbra de la Tierra, promete ofrecer un espectáculo impresionante para aquellos que estén atentos durante las primeras horas del amanecer.
A diferencia de los eclipses totales o parciales, en los cuales la Luna se sumerge en la umbra, la zona más oscura de la sombra terrestre, durante un eclipse penumbral, la Luna solo pasa por la parte más tenue de la sombra de la Tierra. Este tipo de eclipse suele ser menos evidente y dramático, con cambios sutiles en el brillo y tono de la Luna durante su punto máximo.
El eclipse lunar penumbral del 25 de marzo comenzará a ser visible aproximadamente a las 5:53 de la madrugada en España. En ese momento, los observadores podrán notar cómo la Luna comienza a atenuar su brillo debido a la sombra parcial proyectada por la Tierra. Este leve oscurecimiento es el resultado de la posición relativa de la Luna, la Tierra y el Sol, que no permite un bloqueo total de la luz solar.
Aunque los eclipses lunares penumbrales pueden ser menos llamativos que otros tipos de eclipses, siguen siendo eventos fascinantes desde el punto de vista científico.
Otro aspecto interesante del eclipse lunar es el color rojizo que a menudo adquiere la Luna durante su fase máxima. Este tono rojizo se debe a la refracción de la luz solar en la atmósfera terrestre.
Además de los eclipses lunares, hay numerosas otras pruebas de la esfericidad de la Tierra. Por ejemplo, la variación de las constelaciones visibles entre los hemisferios norte y sur sería imposible si la Tierra fuera plana. Del mismo modo, el efecto Coriolis, que afecta la dirección de los ciclones en diferentes hemisferios, sólo tiene sentido en un planeta esférico en rotación.