En un reciente informe publicado por la Fundación Getúlio Vargas (FGV) de Brasil, Paraguay ha sido calificado como el destino líder en América Latina para realizar negocios, sobresaliendo como un faro para los emprendedores en la región. Este reconocimiento viene en el contexto de un Índice de Clima Económico (ICE) de América Latina que ha mostrado un desempeño sin precedentes en los últimos 11 años, particularmente durante el primer trimestre de 2024, alcanzando niveles de optimismo empresarial no vistos desde 2013.
El estudio destaca que, por primera vez desde 2018, el índice ha permanecido por dos trimestres consecutivos en lo que se denomina zona favorable, superando los 100 puntos. Un impulso notable en este periodo fue la mejora de Brasil, que pasó de 100 puntos en el último trimestre de 2023 a 114,6 en los primeros meses de 2024. Sin embargo, Paraguay se llevó los honores liderando el índice con un impresionante 154,6 puntos, seguido por Uruguay y Brasil. A pesar de las mejoras generales en la región, México y Chile experimentaron caídas en sus respectivos climas de negocios.
Las proyecciones para Paraguay son altamente positivas, esperándose que lidere el crecimiento en la región con una expansión estimada del 3,9% para este año, superando a países como Uruguay y México. Además, se revisaron al alza las expectativas de crecimiento del PIB para Uruguay, Chile y Perú.
Aunque el informe de FGV resalta la excepcional posición de Paraguay, no deja de mencionar la realidad de otros países que aún se encuentran en una zona desfavorable, con puntuaciones por debajo de los 100 puntos, como Perú, Colombia, Chile y Ecuador. Argentina, aunque ha mostrado mejoras bajo la administración del presidente Javier Milei, y Bolivia, que se mantiene al final de la lista, reflejan la diversidad de desafíos económicos en la región.
El destacado reconocimiento de Paraguay como el destino predilecto para hacer negocios en América Latina no solo refleja el dinamismo económico del país, sino que también establece un precedente para el resto de la región en términos de lo que es posible alcanzar con políticas adecuadas y un clima favorable para los negocios. Este momento representa una oportunidad única para que Paraguay consolide su posición y para que otros países evalúen y ajusten sus estrategias de crecimiento económico.