Una ola de calor sin precedentes ha desencadenado una serie de devastadores incendios en varios países de América Latina y el Caribe. Con temperaturas que han alcanzado los 40 grados Celsius en algunas zonas, cientos de focos ígneos han surgido, principalmente en Colombia y Chile.
El exministro del Medio Ambiente de Chile y actual CEO de Global Methane Hub, Marcelo Mena, señala que estos eventos trágicos coinciden con una ola de calor histórica. Pieter Van Lierop, Oficial Forestal de la FAO para América Latina y el Caribe, agrega que las altas temperaturas y las ráfagas de viento han avivado las llamas, dificultando aún más la tarea de contener los incendios.
En Chile, donde casi el 99% de los incendios son provocados por actividades humanas, la situación se agrava debido a la excesiva vegetación de plantaciones de pino y eucalipto. Trevor Walter, coordinador del programa de Paisajes Terrestres de WWF Chile, destaca que estas plantaciones monocultivo sin gestión adecuada son un caldo de cultivo para el fuego. Además, en áreas urbanas como Valparaíso, la falta de planificación urbana ha permitido la propagación de incendios, con casas de madera y urbanizaciones actuando como combustible.
En Colombia, los incendios también se han vuelto alarmantemente frecuentes, exacerbados por la presencia de especies exóticas como el pino y el eucalipto. Sergio Esteban Lozano Báez, ecólogo colombiano, subraya que la falta de gestión adecuada de los ecosistemas y la presencia de estas especies invasoras contribuyen significativamente a la magnificación de los incendios.
La comunidad científica y ambientalista coincide en la necesidad urgente de implementar estrategias de gestión sostenible de los ecosistemas para prevenir futuros incendios. Esto incluye la erradicación de especies invasoras, la restauración ecológica y la conservación de los recursos naturales.
Sin embargo, la lucha contra los incendios no puede limitarse solo a la prevención. Pieter Van Lierop de la FAO enfatiza la importancia de adoptar un enfoque integral que incluya la prevención, la anticipación mediante análisis sólidos, sistemas de alerta temprana y medidas de preparación. Trevor Walter de WWF Chile sugiere acciones concretas como la concientización pública, la planificación territorial adecuada y la implementación de cortafuegos para mitigar el riesgo de incendios.
Marion Khamis, especialista en gestión del riesgo de desastres de la FAO, destaca cinco elementos clave que deben combinarse para abordar eficazmente esta crisis: análisis de causas, reducción de riesgos, preparación, respuesta y recuperación con resiliencia.
En última instancia, la adaptación al cambio climático se vuelve fundamental en esta nueva normalidad veraniega caracterizada por olas de calor extremas y la amenaza constante de incendios forestales. Marcelo Mena advierte que el costo económico y social de no actuar para enfrentar este nuevo escenario superará con creces los costos de implementar medidas de adaptación y mitigación.
Básicamente, los incendios en América Latina plantean desafíos significativos que requieren una respuesta integral y urgente. La colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales, científicos y la sociedad civil es fundamental para proteger nuestros ecosistemas y comunidades frente a esta creciente amenaza.