El 2023 ha sido testigo de un significativo desafío fiscal para Argentina, evidenciado por un déficit fiscal equivalente al 6.1% del Producto Interno Bruto (PIB). Este fenómeno no solo destaca como uno de los más elevados en la historia reciente del país, sino que también se posiciona como un factor determinante detrás de la acelerada inflación que afecta a la nación. La administración actual, liderada por Javier Milei, ha implementado medidas para abordar esta situación, incluyendo una reducción en el gasto primario y un enfoque en la disminución de la deuda flotante.
El Ministerio de Economía de Argentina ha proporcionado datos que reflejan una disminución del 6.2% en el gasto primario en términos interanuales reales durante diciembre, atribuido a una gestión prudente de los gastos discrecionales y una notable contracción en las prestaciones sociales. Esta última, influenciada mayormente por el rezago en la fórmula de movilidad, ha tenido un impacto directo en jubilados, pensionados y beneficiarios de asignaciones. “Esta dinámica fue consecuencia de una ejecución prudente de las erogaciones discrecionales desde la asunción de la nueva administración, a lo que se sumó una fuerte contracción real en las prestaciones sociales, explicada en gran medida por el rezago de la fórmula de movilidad”, explican desde el Ministerio liderado por Luis “Toto” Caputo.
La estrategia para enfrentar el déficit también incluyó esfuerzos por reducir la deuda flotante, que ascendía a aproximadamente 3,717 millones de dólares a principios de diciembre. El déficit primario y financiero del Sector Público Nacional (SPN) para el último mes del año se registró en cifras alarmantes, con un déficit financiero que alcanzó los 6,485 millones de dólares, reflejando la carga que representa el pago de intereses de la deuda pública.
A pesar de estos desafíos, los ingresos totales del SPN y la recaudación tributaria mostraron incrementos significativos, con crecimientos en derechos de exportación e importación, así como en la recaudación de ganancias y contribuciones a la seguridad social. Estos indicadores sugieren una dinámica compleja entre los esfuerzos de austeridad y las fuentes de ingreso del país.
El año 2023 ha subrayado la complejidad de la situación fiscal y económica en Argentina, con un déficit fiscal significativo que presenta tanto desafíos como oportunidades para la administración actual. La reducción del gasto primario, junto con los esfuerzos por manejar la deuda y mejorar la recaudación tributaria, son pasos cruciales hacia la estabilización económica. Sin embargo, el equilibrio entre la austeridad fiscal y el bienestar social continúa siendo un tema central en el debate económico del país.