¿Cómo criar a un “niño genio”? ¿Cuáles son los factores que influyen en la formación de estos prodigios? Estas son preguntas que han intrigado a padres, educadores y científicos durante años. Hoy, en un mundo donde la comprensión de la inteligencia infantil ha evolucionado, tratamos de descifrar este enigma.
El concepto de genio infantil ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas. Anteriormente, el Cociente Intelectual (CI) era la principal medida de la capacidad cognitiva de una persona, pero ahora se reconoce que la inteligencia infantil es más amplia y ambigua.
Según la Dra. Magda Lahorgue Nunes, profesora de Neurología en la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUC-RS) e investigadora del Instituto del Cerebro (InsCer) en Porto Alegre, varios factores influyen en el desarrollo de un “niño genio”. Estos factores incluyen:
- Genética: Aunque aún no se han identificado genes específicos relacionados con la genialidad, hay una base genética que contribuye a las capacidades excepcionales de algunos niños.
- Entorno: El entorno en el que crece un niño tiene un impacto significativo en su desarrollo cognitivo y conductual. Estímulos intelectuales adecuados desde una edad temprana pueden estimular el cerebro y ciertas capacidades.
- Estímulo Cognitivo: Un estudio conjunto de instituciones europeas en 2022 reveló que actividades desafiantes, como la lectura, están asociadas de manera favorable con el rendimiento cognitivo en niños y adolescentes.
- Nutrición y Actividad Física: La nutrición adecuada y la actividad física también influyen en el desarrollo cognitivo a cualquier edad. Mantener una dieta saludable y estar físicamente activo son elementos clave.
- Refuerzo Positivo: Los padres que reconocen las habilidades de sus hijos y les brindan apoyo en esas áreas contribuyen al desarrollo de esas habilidades excepcionales.
A diferencia de la creencia anterior de que la inteligencia superior estaba relacionada con la madurez de una región específica del cerebro, como la corteza prefrontal, las investigaciones más recientes han demostrado que la inteligencia es el resultado de la interconexión de una red de neuronas en todo el cerebro.
La Dra. Nunes destaca que la interconexión y la interacción entre las neuronas son esenciales en la formación de capacidades excepcionales. Esto se respalda con un estudio realizado en 2014 por expertos en neurociencia de España y Estados Unidos que enfatizó la importancia de la integración de sistemas cerebrales complejos y ampliamente distribuidos en el desarrollo cognitivo.
La plasticidad cerebral, la capacidad de las células nerviosas para cambiar y establecer conexiones sólidas mediante el aprendizaje y los estímulos externos, está en su punto más activo hasta los tres años de edad. La inversión en la primera infancia se considera crucial en la formación de individuos con habilidades y capacidades excepcionales.
James Heckman, un economista estadounidense, aboga por invertir en los primeros años de vida como la estrategia principal para desarrollar ciudadanos con más habilidades y capacidades. La neurociencia respalda esta idea, ya que los tres primeros años de vida representan la ventana de oportunidad más valiosa para estimular el desarrollo cerebral.
Sin embargo, es importante evitar las expectativas excesivas. La Dra. Nunes advierte que, si se sobrevalora la habilidad de un niño, puede convertirse en una carga. Los niños deben ser alentados a explorar diversas áreas de conocimiento y no limitarse a una sola habilidad.