En medio de un escenario de incertidumbre y preocupación, el CONICET, el principal organismo científico de Argentina, se encuentra en el centro de una crisis debido al desfinanciamiento por parte del Gobierno nacional. La falta de fondos ha llevado a la suspensión de la publicación de los resultados de las convocatorias a becas y promociones, lo que impacta directamente en las expectativas de formación de jóvenes investigadores. Además, se han producido 50 despidos de personal administrativo.
La comunidad científica argentina está en alerta, ya que el Gobierno ha decidido prorrogar y congelar el presupuesto de 2023, manteniendo la misma partida presupuestaria del año anterior. Sin embargo, debido a la escalada inflacionaria, estos fondos se han vuelto insuficientes para mantener el funcionamiento adecuado del CONICET.
La situación se ha agravado aún más con el anuncio del directorio del CONICET de posponer la publicación de los resultados de las convocatorias a becas y promociones hasta que se configure el presupuesto definitivo. Esto significa que entre 4,000 y 5,000 personas que aspiran a carreras como investigadores se encuentran en un limbo, sin poder llevar a cabo sus doctorados y posdoctorados debido a la falta de convocatorias.
Además de la suspensión de becas, se ha producido la noticia de 50 despidos de trabajadores administrativos del CONICET cuyos contratos vencen a finales de marzo. Estas cesantías forman parte de la política del Gobierno de eliminar puestos de trabajo dependientes del Estado nacional.
Ante este escenario, los trabajadores y trabajadoras del organismo llevaron a cabo una protesta en la explanada de la sede del CONICET en el barrio porteño de Palermo. A pesar de la presencia del presidente del organismo, Daniel Salamone, en el lugar, no se proporcionaron respuestas ni soluciones concretas a las preocupaciones planteadas por los manifestantes.
La protesta continuará el 24 de marzo, cuando el sindicato ATE se una al paro nacional convocado por la CGT. Además, se ha anunciado una jornada nacional de lucha del CONICET el 30 de marzo con el objetivo de evitar más despidos y preservar la integridad del organismo.
Aunque durante la campaña electoral, un candidato había anticipado la posibilidad de privatizar el CONICET, esta medida no parece estar en la agenda del actual Gobierno. Sin embargo, el desfinanciamiento a través de la falta de actualización presupuestaria en un contexto de inflación récord y los despidos de personal administrativo han generado una profunda preocupación en la comunidad científica.
Roberto Salvarezza, ex ministro de Ciencia y Tecnología y ex presidente del CONICET, compartió sus preocupaciones en redes sociales. Señaló que el ajuste presupuestario está afectando a las becas, que son fundamentales para la formación de nuevos investigadores, y también mencionó el inicio de despidos en el personal administrativo. Además, advirtió sobre un proyecto de ley en discusión en la Cámara de Diputados que podría dar al Ejecutivo la capacidad de intervenir en los organismos científicos estatales con el objetivo de desmantelar el sistema de Ciencia y Tecnología.
En una intervención ante la Comisión de Diputados del Congreso, el prestigioso científico Alberto Kornblihtt advirtió que con el presupuesto de 2023, “no llegamos a pagar los sueldos de CONICET en junio y no va a haber plata para mantener a los 300 institutos federales”.
La comunidad científica argentina se encuentra en un momento crítico, luchando por la preservación de la investigación y la formación de nuevos investigadores en un contexto de ajuste presupuestario y despidos. Las protestas y movilizaciones continuarán en busca de soluciones que permitan mantener el prestigio y el funcionamiento del CONICET, un pilar fundamental de la ciencia y la tecnología en el país.