El reciente Foro Económico Mundial en Davos ha sido testigo de una reveladora afirmación por parte de Ilan Goldfajn, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID): América Latina y el Caribe se encuentran en un momento crucial, no solo para su propio desarrollo sino también para el mundo. Con recursos como el litio, su capacidad de producción de alimentos y sus ricos ecosistemas, la región emerge como un jugador clave en la economía global y en la lucha contra el cambio climático.
Goldfajn destacó en Davos la transformación de América Latina y el Caribe, citando su “relación simétrica con el mundo”. Con más de la mitad del litio mundial potencialmente ubicado en el llamado Triángulo del Litio (Argentina, Chile y Bolivia), la región se erige como un epicentro de recursos vitales para la transición energética global. Además, Goldfajn resaltó la importancia de la Amazonia y otros biomas como contribuyentes a soluciones medioambientales mundiales.
En esta misma línea, el presidente colombiano Gustavo Petro enfatizó la necesidad de evitar la fragmentación ambiental en el Continente Americano. Petro contrastó el norte del continente, visto como una “chimenea de CO2”, con el sur, que funciona como una “esponja” ambiental gracias a sus vastos recursos naturales y potencial en energías limpias.
Marco Bulgheroni, director ejecutivo de Pan American Energy, reflejó esta visión mediante su compromiso con la transición energética. La inversión de su empresa en renovables, biocombustibles y litio resalta la importancia del sector privado en este cambio.
Sin embargo, Goldfajn también advirtió sobre los desafíos. Para capitalizar estas oportunidades, se necesita mejorar la capacidad de absorber inversiones, garantizar la seguridad y fomentar la productividad e innovación. En este sentido, el BID juega un papel crucial, apoyando a aquellos países que muestran una voluntad política firme.
En resumen, la reciente reunión en Davos ha puesto de relieve el papel fundamental de América Latina y el Caribe en el escenario mundial. Con recursos clave como el litio, su producción de alimentos y la riqueza de sus ecosistemas, la región no solo está en un punto de inflexión para su propio futuro, sino que también es indispensable para abordar los desafíos globales como el cambio climático y la transición energética. El mundo, como lo destacó Goldfajn, necesita de América Latina tanto como América Latina ha necesitado del mundo.