La posibilidad de aplicar el modelo económico chino en Venezuela, como aspira el gobierno de Nicolás Maduro, es un tema que despierta amplias discusiones y análisis. En los últimos 30 años, Venezuela ha experimentado una transición significativa en sus políticas económicas, desde el neoliberalismo del Consenso de Washington bajo Carlos Andrés Pérez en 1989, hasta la reciente inclinación hacia el modelo chino bajo Nicolás Maduro. Este artículo explora la viabilidad de este giro radical, considerando las opiniones de expertos y la realidad socioeconómica venezolana.
Rafael Lacava, miembro del PSUV, enfatiza la transición de Venezuela hacia un modelo económico inspirado en China, un cambio notable desde la frecuente colaboración de Maduro con Pekín. Maduro, en julio de 2022, citó a China como un referente al promulgar la ley de Zonas Económicas Especiales, destacando las experiencias de China, Corea del Sur y Vietnam. Nicolás Maduro Guerra, presentando el anteproyecto de esta ley, enfatizó la intención de seguir los pasos de China.
Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, advierte sobre la simplificación del “modelo chino”, que combina control político con apertura económica. Según León, la aplicación de este modelo en Venezuela se ve reflejada en la mejorada relación entre el gobierno y el sector privado, una desviación de las políticas de Hugo Chávez.
El politólogo Ricardo Sucre destaca la falta de planificación estatal en Venezuela comparada con el enfoque chino. Mientras que en China la planificación estatal ha sido central, en Venezuela parece predominar una aproximación más liberal, esperando que las Zonas Económicas Especiales atraigan inversión automáticamente.
A pesar de las limitaciones impuestas por sanciones estadounidenses y otros factores, tanto Sucre como León reconocen que la economía venezolana podría experimentar crecimiento, aunque limitado. Este crecimiento, no obstante, parte de un nivel muy bajo, y la infraestructura venezolana continúa enfrentando desafíos significativos.
La adopción del modelo económico chino en Venezuela presenta una mezcla de aspiraciones y realidades complejas. Mientras que existe un avance notable hacia una mayor apertura económica y mejor relación con el sector privado, la falta de planificación estatal y las limitaciones infraestructurales y externas presentan obstáculos importantes. El futuro económico de Venezuela, influenciado por el modelo chino, es una travesía llena de incertidumbres y desafíos, reflejando la complejidad de adaptar un modelo extranjero a una realidad nacional distinta.