América Latina ha sido testigo de un impresionante aumento en la presencia y el liderazgo de mujeres en el sector tecnológico en los últimos años. A pesar de los desafíos que enfrentan, estas cinco mujeres han logrado destacarse y marcar una diferencia en la región.
1. Argentina: Lucía Policastro y la Nanobiotecnología para la Salud
En el corazón de Buenos Aires, Lucía Policastro, una bióloga apasionada, se embarcó en una colaboración innovadora con un ingeniero en tecnología de microfluídos en 2012. Lo que comenzó como una conversación casual sobre chips se transformó en Plamic, una plataforma tecnológica para el desarrollo de nanomedicinas.
Estas nanomedicinas, que utilizan envases microscópicos para administrar medicamentos de manera precisa, pueden revolucionar el tratamiento de diversas enfermedades. Aunque todavía enfrentan desafíos de producción, Policastro y su equipo están comprometidos en llevar esta tecnología al mundo y beneficiar a un mayor número de pacientes.
2. Chile: Marcela Ruíz y la Tecnología para Escuchar los Océanos
Marcela Ruíz, bióloga marina chilena, dirige Acústica Marina, una empresa que se enfoca en tecnología hidroacústica para el estudio de los océanos. Ruíz y su equipo utilizan la inteligencia artificial para analizar los sonidos oceánicos y obtener información crucial sobre la salud de los océanos.
Además de su valor científico, esta tecnología también puede prevenir colisiones entre la fauna marina y embarcaciones, así como detectar actividades de pesca ilegal. Ruíz ha sido reconocida por su liderazgo en múltiples ocasiones y continúa impulsando la innovación en su campo.
3. Colombia: Adriana Noreña y el Desafío de “Democratizar” Internet
Adriana Noreña, una empresaria colombiana, encontró su pasión por la tecnología después de una exposición temprana a la publicidad en línea mientras dirigía un pequeño negocio de cosméticos en Cali. Desde entonces, ha desempeñado roles de liderazgo en reconocidas empresas tecnológicas, incluido Google, donde ha promovido la igualdad de género y el acceso a la tecnología.
Noreña enfatiza que la tecnología puede ser un igualador que democratiza las oportunidades, y su compromiso con esta visión la ha convertido en un modelo a seguir para las mujeres en tecnología en toda la región.
4. Ecuador: Jennifer Samaniego y el Poder de la Educación Inmersiva
Jennifer Samaniego, ingeniera ecuatoriana, ha estado a la vanguardia de la educación inmersiva en América Latina. Su proyecto de autopsias virtuales para estudiantes de derecho en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) ha revolucionado la forma en que se imparten las clases. La realidad aumentada permite a los estudiantes explorar los procesos forenses de manera detallada y práctica, mejorando significativamente su aprendizaje.
Samaniego lidera la Red de Aprendizaje Inmersivo en Ecuador, que busca empoderar a niñas y jóvenes en el uso de tecnologías inmersivas. Su trabajo ha sido reconocido internacionalmente y sigue inspirando a futuras generaciones de mujeres en tecnología.
5. México: Blanca Treviño y la Globalización de las Tecnologías de la Información
Blanca Treviño, pionera mexicana en tecnología, optó por estudiar sistemas computacionales en una época en la que este campo era poco conocido y desafiante para las mujeres. Co-fundadora y actual presidenta y CEO de Softtek, Treviño ha liderado la expansión de esta empresa en la industria de tecnologías de la información en América Latina y Estados Unidos. Softtek adoptó un enfoque “nearshore” para ofrecer servicios de outsourcing desde países vecinos, demostrando que las empresas de América Latina pueden competir globalmente.
Treviño es un ejemplo de que el talento supera cualquier barrera de género y trabaja incansablemente para fomentar la inclusión de las mujeres en el campo de la tecnología.
A pesar de los desafíos persistentes en la región, estas cinco mujeres están demostrando que las mujeres pueden liderar y tener un impacto significativo en el sector tecnológico de América Latina. Su dedicación, innovación y liderazgo están allanando el camino para un futuro más igualitario y tecnológicamente avanzado en toda la región. A medida que continúan rompiendo barreras, su influencia y legado en el campo de la tecnología seguirán creciendo y inspirando a otros a seguir sus pasos.