En América Latina, el mercado de alquileres ha experimentado un aumento sin precedentes, especialmente en las principales ciudades de la región. Esta tendencia, que se intensificó tras la pandemia de COVID-19, ha convertido la búsqueda de vivienda en un desafío mayúsculo para muchos. Las causas de esta escalada de precios son múltiples: desde la inflación mundial que ha reducido el poder adquisitivo de los salarios hasta el incremento en las tasas de interés hipotecario, lo que ha impulsado a más personas a optar por el alquiler. En este artículo, exploraremos este fenómeno a través de las palabras de expertos y residentes afectados, analizando las posibilidades de que esta situación cambie en un futuro cercano.
Vinicius Oike, del Grupo QuintoAndar, describe este fenómeno como una “recuperación” post-pandemia, evidenciando una fluctuación en forma de “U” en los precios de alquiler. Sin embargo, en ciudades como Buenos Aires, Ciudad de México y Sao Paulo, los incrementos han sido notablemente superiores, reflejando una dinámica más compleja que la simple recuperación.
Las cifras son contundentes. En Buenos Aires, el alquiler promedio ha aumentado un 126% en un año, según QuintoAndar. Residentes como Paula Serenelli y Gastón Levy atestiguan la dificultad de afrontar estos aumentos, con incrementos que superan incluso la inflación. Gervasio Muñoz, presidente de la Asociación de Inquilinos, lamenta la ineficacia de las leyes reguladoras, calificando el mercado de alquiler argentino como “la ley de la selva”.
En México, la situación es similar. Leonardo González de propiedades.com observa un ajuste promedio del 10-15% en las rentas, influenciado por la inflación y un cambio en las preferencias residenciales. Los “nómadas digitales” y la gentrificación de ciertos barrios han exacerbado este fenómeno.
En contraste, en Colombia, el ajuste de precios de alquiler no siempre sigue la tasa de inflación, y en Chile, Daniel Serey de TOCTOC nota que los precios de alquiler han crecido menos que la inflación. En Sao Paulo, se observa un boom de microapartamentos, costosos pero demandados por su ubicación estratégica. Luciano Barredo, del Grupo Navent, subraya que en Lima, la escasez de terrenos y el aumento de precios de los materiales de construcción post-pandemia impulsan los precios hacia arriba.
La situación del mercado de alquileres en América Latina es compleja y varía significativamente de una ciudad a otra. Aunque algunos expertos como Vinicius Oike sugieren que el mercado podría enfriarse en los próximos años, mucho dependerá de la evolución económica global y local. Mientras tanto, inquilinos en toda la región enfrentan desafíos crecientes para encontrar viviendas asequibles en un mercado cada vez más inflado y competitivo.