Mariana Rodríguez, conocida por su influencia en las redes sociales, ha dado un paso significativo en su carrera al registrarse como precandidata para la alcaldía de Monterrey. Su trayectoria, que comenzó con un simple video en Instagram en 2017, la ha llevado a convertirse en una figura clave en la política mexicana. Este artículo explora su viaje desde influencer hasta aspirante política, destacando sus logros, controversias y la influencia de su popularidad en las campañas políticas de su esposo, Samuel García.
Rodríguez, de 28 años, combina diversas facetas: mujer, licenciada, empresaria, esposa, madre y ahora, política en ciernes. Su carrera comenzó en el modelaje a los 15 años, y luego se graduó en Psicología Organizacional por el ITESM. Además, es fundadora de Mar Cosmetics, una empresa activa desde 2019.
Su relación con Samuel García, actual gobernador de Nuevo León, ha sido una constante en su vida pública. Se casaron en 2020 en medio de la pandemia de COVID-19, lo que generó controversias por las restricciones sanitarias de ese momento. En 2023, Mariana se convirtió en madre, superando desafíos personales como haber sufrido pérdidas en embarazos anteriores.
La influencia de Rodríguez en redes sociales es notable. Con más de 5,6 millones de seguidores en total, ha sido una pionera en Monterrey con sus videos de maquillaje. Esta popularidad trascendió al ámbito político, apoyando a su esposo en sus campañas para la gobernación y la presidencia. Sin embargo, esta influencia también trajo polémicas, como la sanción impuesta por el INE a Movimiento Ciudadano y Samuel García por considerar las publicaciones de Rodríguez como “aportaciones indebidas”, aunque esta decisión fue posteriormente revocada.
Rodríguez ha sabido manejar las redes sociales estratégicamente en campañas, logrando que sus videos alcancen millones de reproducciones, superando incluso a su esposo en alcance e influencia. En una ocasión, enfrentó al expresidente Vicente Fox, quien la calificó como “dama de compañía” en una publicación, a lo que ella respondió con firmeza, denunciando violencia de género.
Su paso a la política se ha gestado de manera natural. Como primera dama de Nuevo León, lideró la oficina “Amar a Nuevo León”, enfocándose en temas sociales. Este papel activo ha sido respaldado por figuras como el presidente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, y el propio Samuel García.
La incursión de Mariana Rodríguez en la política representa una evolución significativa en su carrera, marcada por la influencia de las redes sociales en el ámbito público. Su candidatura para la alcaldía de Monterrey simboliza no solo una transición personal, sino también un cambio en el paisaje político mexicano, donde la popularidad digital y el activismo social se entrelazan con la política tradicional.